
Viendo esta de imagen de
Johan Cruyff entregando una
cajita negra (con la insignia dentro) se ve que algo falla. El mítico jugador/entrenador del Barça fue nombrado por
Joan Laporta hace tres meses para un cargo vitalicio que se ha quedado en cargo temporal. "Me costó mucho aceptar un cargo como ese, pero cuesta muy poco trabajo devolverlo", sentenció Cruyff. Mientras
Sandro Rosell subrayó que "nadie quiere tener un título que no existe, supongo que lo habrá consultado con sus abogados". Detrás de estas actitudes y palabras se esconden claras
diferencias de criterio entre ambos. El caso es que la figura de Cruyff siempre ha sido muy representativa en Can Barça y sería muy raro verlo enfrentado a la actual directiva. Rosell da muestras de coherencia en su discurso, por lo que esta situación debería reconducirse con el tiempo.
Tuve la ocasión de entrevistar a Johan hace tres años en la Peña Barcelonista de Santa Pola. Charlé con él durante cerca de quince minutos en un ambiente muy distendido. El resultado, una mezcla de golf y fútbol, lo encontráis debajo de estas líneas.
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