«Temo que un mal resultado en la Eurocopa nos haga volver hacia atrás». El periodista Santiago Segurola reflexionó para la revista Panenka acerca de las consecuencias de una eliminación de España. Para Francia fueron positivas tras el batacazo en el Mundial, donde solo logró un punto y un gol. La bochornosa imagen significó el fin de Domenech, Gallas y Henry. Laurent Blanc, que había realizado campañas brillantes en el Girondins, asumió el reto de limpiar el vestuario de egos regenerándolo con jóvenes talentos. Nasri, Cabaye y Benzema, reinaron en el Europeo sub 17 sobre los españoles de su generación (87), los Piqué y Cesc. Sin embargo, ahora, salvo el madridista, ninguno está a la altura de jerarquía de los culés. La misma que poseía Zidane para liderar a una selección campeona, en la que Blanc imponía solidez junto a Desailly. Algo que no ofrecen Rami y Diarra. Abidal, sí, pero es baja, igual que Mexes. El seleccionador deberá mover los hilos para encontrar soluciones. Ya no hay tiempo para bromas.
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