El Huesca se la juega. Está a cinco puntos de la salvación, que la marca el Hércules junto al Mirandés, y hoy visita el Rico Pérez. Si encima solo restan seis jornadas para que acabe la Liga, no le queda otra que lograr como sea los tres puntos. «El Hércules solo va a perder un encuentro hasta el final de Liga y va a ser éste», pronosticó Petón, asesor del club oscense, en la Cope. A partir de ahora los enfrentamientos directos resultarán cruciales para determinar qué equipos descenderán. En esa lucha final, el Hércules llega con una cierta ventaja sobre el resto, ya que todas sus finales las va a disputar en casa. Huesca, Mirandés y Murcia, por ese orden. Los hombres entrenados por Jorge D’Alessandro han dejado escapar cinco puntos en las últimas dos jornadas, producto de la mala suerte quizás y de fallos arbitrales. La Ponferradina le empató en el 89’, después de que Camacho viera la roja. Aunque más miga tuvo lo ocurrido la semana anterior en Guadalajara. Dominó en muchas fases, reclamó tres penaltis, uno clarísimo por mano del ex herculano Vicente, y se fue de vacío. Si hoy saliera así de Alicante podría quedar tocado. Bien es cierto que los azulgranas están acostumbrados a competir en estas situaciones. Ya les ocurrió la temporada pasada y salieron airosos de la mano de Quique Hernández y Moisés García. D’Alessandro, especialista en estos fregados, asumió el proyecto a mitad de temporada para sacarse la espina que le dejó hace casi un año el descenso del Nàstic. Por ello, es probable que los visitantes planten cara, que Pacheco sirva balones de lujo, que David aparezca en los remates con poderío y, sobre todo, que el grupo salga a darlo todo. Si hay que plantear un choque físico ahí estará Diogo. El Huesca deberá manejar a la perfección todos los detalles si quiere ser capaz de abordar al Hércules.
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