miércoles, 2 de febrero de 2011

El privilegio de ser futbolista


La historia de Juan Pablo de Miguel Bravo, más conocido por Juampa, es llamativa porque ha conseguido volver a la práctica de su profesión a través de una sesión de parados de la AFE (Asociación de Futbolistas Españoles). Hoy publica El País un reportaje sobre el segoviano en la contra del periódico con el título de "No todo en el fútbol son coches, casas y fama". Desde luego que estas historias le hacen a uno reflexionar. Por un lado, me parece necesario que haya una asociación que protega los derechos de futbolistas como Juampa. Por otro, también concluyo que son unos privilegiados. Lo tengo más claro después de leer datos como que el salario mínimo a percibir por un jugador profesional son 60.000 euros brutos al año, todo un lujo cuando hay competentes profesionales en otros sectores que no se asoman ni de lejos a esa cantidad.

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