domingo, 9 de octubre de 2011

Ascensión meteórica


Guadalajara practica un juego disciplinado que se centra en no encajar goles. La goleada (4-0) sufrida en Riazor es engañosa. El contragolpe pudo a un equipo que no se rompió en ningún momento. El mérito es doble teniendo en cuenta que se trata de una plantilla sin experiencia en Segunda pero con una ambición sin límites.

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