La dinámica irregular en juego y resultados ha marcado al equipo. La temporada que el Real Murcia está dibujando se parece bastante a una montaña rusa. El equipo pimentonero, que se postuló para luchar por los puestos de play-off después del 0-1 en el Rico Pérez, ha evidenciado una incapacidad considerable para sacar resultados favorables. Salvo la racha de diez partidos sin perder, el resto de la temporada está resultando decepcionante. Ya en el arranque del campeonato mostró lagunas preocupantes y desde hace un tiempo Iñaki Alonso ha modificado la forma de plantear los encuentros después de encadenar cuatro derrotas seguidas ante Numancia, Las Palmas, Xerez y Villarreal B. Aunque peores han sido sus registros cuando se ha medido con un rival de la parte alta: 10 puntos de 30 posibles. Por todo ello, los pupilos del técnico vasco llevan un tiempo en el que suelen ceder la posesión al contrario para defender más arropados, ante la falta de un mediocentro creativo, para de esta manera lanzar peligrosos contragolpes gracias a la velocidad de Emilio, Sutil y Albiol. Otra virtud de los locales son los lanzamientos a balón parado de Emilio y Sutil. Con estos motivos se emplearán a fondo los granas para cambiar la dinámica negativa y alejar los fantasmas del descenso.
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