viernes, 30 de agosto de 2013

Compás de espera



«No tenemos ansiedad por ganar. Solo se han disputado dos jornadas, por lo que no podemos cambiar nuestra forma de jugar. Hemos de creer en lo que hacemos». Parece mentira que el discurso pertenezca al entrenador de la UD Almería, el debutante Francisco, de tan solo 34 años. Pero el almeriense quiere ser profeta en su tierra y, por el momento, no le tiembla el pulso para defender el buen trabajo de sus hombres. Es cierto que los andaluces plantean un juego atractivo de toque y transición rápida defensa-ataque, pero eso se ha traducido en un punto de seis posibles. Por su nula experiencia en la categoría ya han surgido las primeras voces discordantes. Hay quien compara a los rojiblancos con el Celta de la pasada campaña: mucho juego, pocos puntos. Esto acaba de empezar. Además, no se puede exagerar cuando en los dos primeros encuentros, ante Villarreal y Getafe, el Almería iba por delante en el marcador faltando diez minutos. En todo caso se podrá aducir que el equipo peca de novato, ya que los goles que ha recibido al final han sido consecuencia más de errores que de aciertos del rival. Por ejemplo, el autogol de Dubarbier frente a los de Marcelino y el absurdo penalti de Rafita ante los de Luis García. Al igual que los fichajes, en Primera un despiste se paga caro. Por eso la directiva ha tirado de austeridad y ha focalizado sus esfuerzos en reforzarse con puntales de Segunda, cedidos de equipos importantes y profesionales con la carta de libertad. En total solo ha invertido 30.000 euros, lo que ha costado Óscar Díaz. Desde distintos foros se ha alzado la voz para pedir a la directiva un último esfuerzo a la hora de apuntalar la plantilla, sobre todo, en el centro del campo. Si cayera hoy también, hasta el lunes queda tiempo.

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