lunes, 8 de octubre de 2012

Lastrado por los contrastes


Apenas han llegado canteranos al Real Madrid en el siglo XXI. Esta situación no se ha debido a una falta de valía, sino a la política del club. Como consecuencia, parte de la afición ha percibido al Castilla con cierta indiferencia. La apuesta exclusiva por jugadores mediáticos conllevó que salieran por la puerta de atrás Javi García, Borja Valero, Juan Mata, Álvaro Negredo y Roberto Soldado. En su momento fueron valores por pulir, ahora reconocidos futbolistas. Por ese motivo, también hay un sector del madridismo molesto con esta situación, sobre todo, viendo que el máximo rival ha alcanzado la gloria gracias a chavales de la casa. Es más doloroso para los merengues que no hace mucho tiempo disfrutaron de Raúl y Guti, de la «Quinta del Buitre» y de aquel Castilla de los 80, con Agustín, Gallego y Pineda, que maravilló al fútbol español. Actualmente, el estilo del filial no es tan combinativo como aquel, sino más veloz y directo. El conjunto de Toril posee individualidades en todas las líneas del campo pero flojea a la hora cerrar un partido, en los marcajes a rivales o de tirar el fuera de juego. Tan letal es arriba con Jesé, Cherishev y Borja, como endeble atrás con una defensa y unos porteros demasiado blandos. Por pequeños matices no puntuaron en el Madrigal, donde se adelantaron en el marcador. Pero es que el rival del Hércules no sabe lo que es empatar. Es el único equipo que no ha estrenado el casillero junto al Xerez. Su entrenador, Esteban Vigo, definió a las promesas de la Castellana: «Poseen un desparpajo total para combinar calidad sin ninguna presión». Si están entonados...

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