lunes, 18 de junio de 2012

Super Mario por Suker

 

El gol de falta que eliminó a España en los octavos de Italia 90 llevaba la firma de Stojkovic, un medio con clase que ejercía de capitán de una generación que se vio forzada a separarse tras la desintegración de Yugoslavia. De aquella selección, integrada por talentos como Savicevic y Pancev, Prosinecki, elegido mejor jugador joven en la cita mundialista, emigró para competir con Croacia. Allí se juntó con la mejor generación de futbolistas que ha ofrecido el país hasta la fecha. Precisamente uno de sus integrantes dirige desde hace seis años al combinado nacional. Slaven Bilic ha transmitido los valores que aprendió como defensa a una generación que destaca por la técnica de Modric y Rakitic y la garra de Srna y Mandzukic. «Los croatas son gente singular. Tienen esa soltura de no temer a nadie», ha comentado Del Bosque. Su homólogo croata tiene claro que «de 10 partidos España nos ganaría 9, pero el nuestro puede ser éste. Suiza demostró que se puede». Poder es creer.

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