domingo, 1 de julio de 2012

El desafío más bello


Italia siempre ha contado con jugadores de un alto nivel técnico, como Baggio, Zola, Totti, Cassano, pero ni Lippi se atrevió a alinearlos juntos. Esa tendencia atendía a que nadie consideraba oportuno saltarse la escuela del catenaccio, sublimación defensiva, de la que Benetti, Tardelli y Gattuso fueron banderas. Con la prematura eliminación en el Mundial’10 y la llegada de Prandelli, la Azzurra ha experimentado un giro hacia el fútbol creativo que se está asentando en la Eurocopa. Esta evolución ha sido posible gracias a la apuesta en el once de futbolistas con clase como De Rossi, Pirlo, Montolivo y Cassano, con el añadido que cada uno de ellos manda en una línea del sistema 4-3-1-2. Por lo que, el exentrenador de la Fiorentina se asegura el trato del balón sin perder un ápice de garra y oficio, aptitudes que sobresalen en Chiellini y Motta. La competitividad del bloque es alta, algo que España pudo comprobar en el partido de salida. Solo que ahora destaca más por creativo que por defensivo. Bella Italia.

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