Cuando hace un mes Marcelino pisó por primera vez la Ciudad Deportiva del Villarreal como nuevo entrenador llevaba debajo del brazo un plan para mejorar el estado físico de la plantilla. Pues bien, a día de hoy ha conseguido que sus futbolistas adelgacen entre todos más de treinta kilos. Esto, sumado a una disposición táctica más eficaz, ha provocado que ahora los amarillos sientan que correr tiene más sentido. Y no paran. El compromiso ha crecido una barbaridad tras el duro debut del técnico frente el Castilla. El 5-0 ante los Jesé y compañía sirvió para sacar las impurezas a relucir. El ex del Sevilla tocó las teclas necesarias y, desde entonces, ha sumado siete puntos de nueve sin recibir un gol en 270 minutos. El fútbol tiene estas cosas. Si el grupo está unido hay mucho ganado. Más aún si se trata del equipo con más potencial de Segunda, el mismo que ante el bajo rendimiento de delanteros contrastados como Pandiani y Cavenaghi tiene la capacidad para deshacerse de ellos y contratar a Pereira y Perbet. El ariete francés, que viene de Bélgica, fue y marcó por partida doble en su estreno. Ilusiona que el mexicano Aquino vaya a aportar llegada por banda, igual que los canteranos Mario, Moi y Trigueros. En la zona ancha Senna, Bruno y Farinós. Qué decir. Por no hablar de Cani, jugador más en forma. El «coco» ha vuelto.
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