La sensación que viví con Vicentín, la sentí con Juan. Me encontraba entrevistando a dos figuras no mediáticas del deporte español con un gran currículum a sus espaldas. Escarré se acababa de trasladar (por culpa de una lesión de rodilla) hacia unos meses a vivir a su barrio de toda la vida, Rabasa (curiosamente como Vicentín). Llegó al periódico ativiado de su traje de toda la vida, el chándal y con capazo de historias por contar. Todas las curiosidades no salen publicadas en la entrevista, pero escucharle da para mucho teniendo en cuenta que hablamos del gran capitán de la mejor selección española de hockey hierba. Colgó el stick con 256 internacionalidades y hace poco volvió a ejercer su liderazgo como seleccionador de la sub-18. Aún recuerdo que me decía que iba a regar la pista de la Universidad de Alicante porque nadie lo hacía... Entonces, se encontraba en unas condiciones muy deficientes y él, trabajando en la secretaria de deportes universitaria, logró que se implantara un césped artificial de primer nivel. Seguro que la vida le sigue sonriendo como entrenador.
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