«La base del éxito es ir paso a paso y con mucha humildad». Esta declaración podría pertenecer a Juan Antonio Anquela pero corresponde a Pepe Bordalás. Pasado y presente del Alcorcón. Quién podía pensar que el conjunto madrileño iba a seguir en la parte alta de la categoría tras la marcha del entrenador milagro y de jugadores determinantes como Manu, Agus, Montañés y Borja. El mérito es mayor teniendo en cuenta que las muchas bajas que se produjeron en verano ya que el equipo echó a andar en Liga con 17 jugadores. Por ello, en las dos primeras jornadas lo pagó sumando un solo punto. Fueron solo traspiés porque, después, se ha impuesto en ocho de trece encuentros y ocupa la cuarta posición. También es verdad que ha caído en todas las salidas menos una. El equipo sigue tan fiable en Santo Domingo como débil lejos de él. La misma línea que mantuvo en la etapa de Anquela. Otra asignatura pendiente que tiene por delante Bordalás es recuperar para la causa a Quini, una de las referencias goleadoras de los últimos años que aún no ha dado señales de vida. En su lugar ha aparecido en escena Oriol Riera. El espigado delantero catalán está aprovechando los balones que le brindan Sales, Miguélez y Juli. Dani Nieto no ha hecho olvidar hasta el momento a Montañés pero el canterano perico de 21 años está aportando cosas. Sin ir más lejos, la pasada jornada firmó la victoria con un lanzamiento de falta precioso. En la retaguardia, Calahorro y Laguardia llegaron para cubrir el hueco de Agus y no desentonan. Otro Manu progresa adecuadamente en la portería. Síntomas de que el Alcorcón ha experimentado una renovación positiva.
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