lunes, 14 de enero de 2013

Año nuevo, fe renovada


El nuevo año ha venido acompañado de un halo de esperanza para la afición del Racing, que desde hace mucho tiempo solo sufre disgustos. La victoria del pasado fin de semana en El Sardinero ante la sorprendente Ponferradina provocó una sonrisa en las gradas y la sensación de que quizá con Juan Aurelio Gay comience la recuperación de un equipo que acumulaba seis derrotas seguidas y un empate en siete jornadas. La sangría ha cesado de momento pero la situación sigue siendo preocupante. El rival del Hércules ocupa el cuarto puesto comenzando por la cola.  Por eso se entienden perfectamente las palabras de Gay: «Debemos evitar que el Hércules resucite con nosotros». Lo que hoy se va a vivir en el Rico Pérez es una final en toda regla. El técnico lo sabe y ha preparado el envite con mimo. Las polémicas bajas de Kaludjerovic y Bocanegra suponen que el Racing llegue diezmado más en defensa que ataque, porque arriba están en un gran momento de forma Jairo y Koné, mientras que el recién llegado Quini parece haber cogido la forma, por lo visto durante la semana. La crisis económica del Racing es otra cosa. No hay por donde cogerla. Ali, Pernía... Lo cierto es que la afición anda en pie de guerra contra la directiva. Todo este sufrimiento ha generado que la grada esté irascible cada partido. Hace un mes tres encapuchados siguieron a Bouazza hasta su garaje como consecuencia de la derrota por 0-1 ante el Sabadell. Quizá en 2013 se calmen las aguas en un club que está a punto de cumplir 100 años. Si el balón entra, el proceso será más fácil para todos. Cuestión de fe. Veremos.

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