Hace nada, el tridente atacante del Almería lo formaban Ulloa, Aarón y Vidal. Hoy saltará al Rico Pérez otro igual de temible: Charles, Zongo y Falqué. Profundidad y pegada con distintos nombres pero con el mismo rendimiento. El Almería es el segundo clasificado, entre otras razones, porque es el máximo goleador (48), solo por detrás del Barça B. El equipo de Javi Gracia siempre está bien posicionado en el terreno de juego. Cada futbolista sabe cuál es su función. Cuando toca defender se suele producir un repliegue perfecto para que el rival no encuentre espacios. En el momento que recupera la pelota salen disparados como cohetes Iago Falqué y Jonathan Zongo para progresar por las bandas, sabedores de que aguarda Charles con el gatillo preparado. Es el delantero de moda, el nueve que todo lo que toca lo convierte. Si no llega él están preparados para remachar Soriano y Corona, centrocampistas con mucha llegada, a pesar de la barbaridad de minutos que soportan sus piernas. El rival de hoy del Hércules se muestra sobrado en ataque y tampoco anda cojo en defensa, a pesar de la lesión de última hora de Rafita. Saldrá su sustituto y rendirá, porque eso es lo que Gracia ha inculcado en su plantilla: un gen competitivo que provoca que haya prescindido de Ulloa, que Charles sea el pichichi y que, a los 37 años, Esteban esté entre los menos batidos. Aunque también tiene sus debilidades. «Fuera de casa estamos a la altura del mejor de la categoría en cuanto a números pero sí es verdad que, en los encuentros más recientes, no hemos alcanzado nuestro nivel», reconoció Gracia. No todo puede ser perfecto.
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