domingo, 16 de septiembre de 2012

Evoluciona lentamente


El Sporting de Gijón está sufriendo el clásico shock de los conjuntos que arrancan en Segunda después de un período considerable en Primera. La adaptación se puede planificar rápido y bien, como ha hecho el Villarreal, o lento y regular como ha fraguado el rival del Elche. Botía tardó en salir este verano, mientras que David Rodríguez aterrizó a falta de un día para el cierre del mercado. Solo han llegado dos fichajes más, Carmona (Barça B) y Mandi (Castilla). La precariedad económica ha propiado que se mire más a Mareo, de donde han emergido promesas como Muñiz y Guerrero. Por ese argumento, después del fracaso deportivo que se sufrió con Javier Clemente, la directiva ha decidido darle la alternativa a un hombre de la casa. Manolo Sánchez inició esta nueva andadura hace apenas un mes y ya está en la cuerda floja: una vez transcurridas cuatro jornadas, los asturianos solo han sumado dos puntos. No por la entidad de los rivales, salvo la del Racing, sino porque el proyecto está por definir, desde el sistema al once base. De la planilla hay muchos jugadores destacables como Cuéllar, Gregory, Canella, Lora, Cases, Miguel y David. Ha conservado el bloque de Primera y eso le puede ayudar a regresar. Pero solo con nombres no se asciende. El Sporting de Preciado, un superviviente en la elite, se caracterizaba por la intensidad y el orden que con regularidad imponía. Aquello ha quedado guardado en el cajón y ahora Sánchez ha de sacarlo a relucir si no quiere acabar teniendo un paso fugaz. La leve mejoría que experimentó el equipo en Copa frente al Girona ha de traducirse en puntos o de lo contrario se pedirán soluciones de urgencia.

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