«Manu, Agus y Montañés, que tenían un nivel altísimo, se han ido y ahora el objetivo es no pasar apuros». Como bien explicó Bordalás, la realidad del Alcorcón es bien distinta a la vivida hace unos meses en los que luchó con el Hércules por subir a Primera. Ni está Anquela, el precursor de la página más grande del humilde club madrileño, ni las principales figuras. Vamos, que el comienzo dubitativo del equipo en Liga, con un empate y una derrota ante equipos pequeños como el Guadalajara y la Ponferradina, es perfectamente comprensible. Los fichajes se han hecho de rogar, por lo que al nuevo proyecto le está costando arrancar. Además, Babin ha estado entre algodones, baja que tuvo que suplir Rubén Sanz retrasando su posición. A Quini, que a punto estuvo de recalar en el Rayo, aún se le espera. Morán acaba de llegar. El ex del Hércules puede aportar mucho al equipo pero por contra su edad (36 años) es un hándicap. Todo está en el aire. Falta que el grupo vuelva a creer en la idea del nuevo «capitán» y lograr así que Santo Domingo no caiga en la indiferencia y se acuerde de Anquela, un entrenador que irradiaba una pasión contagiosa. Veremos si Bordalás lo consigue. No se antoja sencillo el reto. Como nota positiva, parece que otro ex herculano como Fernando Sales vive una segunda juventud. El extremo derecho anda enchufado igual que Manu Fernández y Rubén Sanz. El resto del equipo parece que sigue de pretemporada. Es cierto que la Liga acaba de empezar pero también es verdad que acumula un punto de seis posibles y, de no sumar hoy los tres, a buen seguro que se empezarán a oir murmullos. El fútbol es así.
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